Ya hay 37 millones de personas con este trastorno neurodegenerativo en el mundo. Quรฉ se puede hacer para aliviar el problema y ayudar a los familiares
Por Florencia O´Keeffe.- El mundo se enfrenta a una epidemia sin precedentes y tenemos que prepararnos para eso”. Contundente, el neurocientรญfico argentino Facundo Manes, advirtiรณ que en los prรณximos 20 aรฑos se duplicarรก el nรบmero de personas con diagnรณstico de Alzheimer y que por eso es imprescindible poner en marcha “un plan nacional para hacerte frente a este flagelo que no sรณlo complica la vida del enfermo sino de toda su familia”.
De hecho estรก comprobado que los trastornos de ansiedad, la depresiรณn y el abuso de psicofรกrmacos aumentan en aquellos que conforman el entorno afectivo de personas con esta patologรญa degenerativa por lo que no sรณlo hay que asistir al enfermo sino a todo su entorno.
El Alzheimer, un tipo de demencia que por ahora no tiene cura y que es mรกs frecuente despuรฉs de los 65 aรฑos, altera el normal funcionamiento de la memoria y convierte a quien lo padece en alguien desconocido y diferente al que era. Los “olvidos” son su sรญntoma principal, pero cuando el trastorno avanza hay problemas con el lenguaje, cambios del humor y del comportamiento, desorientaciรณn en tiempo y espacio y cambios profundos en la personalidad. El enfermo va perdiendo en forma paulatina su capacidad de ser independiente y precisa asistencia diaria.
Convivir con esta problemรกtica es un desafรญo que suele resultar agotador y hasta provocar trastornos psรญquicos y fรญsicos a quienes se encargan del cuidado del paciente. El ausentismo laboral se eleva notablemente en los hijos o parejas de quienes tienen la enfermedad.
El especialista comentรณ que en la actualidad hay a nivel mundial 37 millones de personas con Alzheimer, de las cuales mรกs de 400 mil estรกn en la Argentina. “El mundo envejece, Latinoamรฉrica envejece y dentro de Latinoamรฉrica nuestro paรญs es el que mรกs gente aรฑosa tiene. Esta es una enfermedad muy ligada al paso del tiempo aunque tambiรฉn existen otros factores de riesgo como la predisposiciรณn genรฉtica o ciertas hรกbitos poco saludables”, mencionรณ.
“Muchos de los factores que contribuyen a la apariciรณn de la enfermedad estรกn fuera de control pero hay algunas estrategias que podemos poner en funcionamiento para minimizar el riesgo”, dijo Manes, quien estรก empecinado en que la Argentina tenga un plan nacional de Alzheimer como el que ya tiene, por ejemplo, Francia. Ese plan debe basarse en tres pilares, dijo el mรฉdico: mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias, movilizar y concientizar a la sociedad sobre el Alzheimer y apoyar el avance en las investigaciones sobre esta enfermedad.
“Si no aparece pronto una cura o un modo de postergar todo lo posible la apariciรณn de los sรญntomas este serรก un problema global tan serio que tendrรก implicancias inimaginables a nivel social, econรณmico y polรญtico. Pronto dejarรก de ser un tema exclusivamente mรฉdico”, seรฑalรณ Manes.
¿Quรฉ se puede hacer para minimizar su impacto? Manes afirma que hay estrategias para reducir el riesgo del deterioro cognitivo. “Creo que proteger aquellas neuronas sanas es mรกs razonable que intentar reparar las que ya estรกn daรฑadas”, puntualizรณ.
Entre los caminos para hacerse mรกs fuerte para frenar o retrasar el avance de esta enfermedad estรก el mantener la mente activa con desafรญos intelectuales, reducir el estrรฉs, disfrutar del ocio, hacer actividad fรญsica de manera regular, llevar diariamente una dieta saludable, tener una vida social activa, mantener la presiรณn arterial, el colesterol y las lipoproteรญnas en valores normales, tener un peso saludable, no fumar y tener niveles adecuados de รกcido fรณlico y vitamina B12.
“Todo suma a la hora de prevenir, y cuando la enfermedad ya es un hecho las terapias con fรกrmacos y otras sin medicamentos indicadas por los neurรณlogos son las que ayudan a que la persona afectada y sus allegados tengan una mejor calidad de vida”, destacรณ Manes.
El experto hizo hincapiรฉ en que “si bien es difรญcil el manejo de esta problemรกtica de salud es posible psicoeducar a los familiares para que puedan, por un lado, respaldar mejor al enfermo y por otro no sentirse culpables o abatidos y continuar con su vida”.
“Hoy hay terapias psicolรณgicas y distintas posibilidades de apoyo terapรฉutico que contribuyen aumentar la resiliencia (capacidad de los individuos de sobreponerse al dolor emocional o perรญodos traumรกticos) en el grupo familiar del paciente, y no sรณlo en relaciรณn al Alzheimer, sino en todo un conjunto de problemรกticas de salud mental que ademรกs de la vida del enfermo afectan en forma directa a los hijos, esposos o esposas”, relatรณ.
“Nosotros, como profesionales, no podemos cambiar ciertas realidades pero si brindar apoyo y asistencia para sobrellevar estas enfermedades complejas”, dijo Manes.
El Alzheimer es una enfermedad de larga duraciรณn (las personas viven muchos aรฑos despuรฉs del diagnรณstico) y provoca una pรฉrdida progresiva de las capacidades fรญsicas y cognitivas. En los cuidadores (familiares o allegados) tambiรฉn se va percibiendo el desgaste porque cada vez tienen que hacer mรกs esfuerzo para ocuparse de cuidar y guiar al hombre o mujer afectado.
“Las personas que atienden a alguien con Alzheimer se agotan, mental y fรญsicamente, y ni hablar del impacto emocional porque con el tiempo quien lo sufre porque ya no es mรกs el hombre del que esa mujer se enamorรณ o el padre que ese hijo tuvo o la madre que compartiรณ la vida con esa hija”, comentรณ Manes, quien admitiรณ que el sentimiento que expresan muchos es el un “duelo en vida”.
El neurรณlogo reconociรณ que por otra parte hay un dรฉficit en el nรบmero de personas extra familiares que puedan colaborar en el cuidado de estos enfermos. “Es otro desafรญo que tenemos, y un tema del que debemos ocuparnos como sociedad; muchas familias hoy no estรกn en condiciones de hacerse cargo en forma cotidiana de su ser querido con Alzheimer y deben recurrir a personal externo, pero se encuentran con que no hay gente capacitada. El Plan Nacional de Alzheimer tambiรฉn debe considerar cรณmo formar mรกs recursos en este sentido”, enfatizรณ.
Miedos y preocupaciones
“Me olvidรฉ otra vez las llaves”; “No me acuerdo quiรฉn es ese actor, y me pasa cada vez mรกs seguido”; “Uy! De nuevo me quedรณ el celular en la oficina”; “¿Dejรฉ la plancha enchufada?”. Estas y otras inquietudes pueden ser motivo de angustia en personas jรณvenes que detectan ciertos trastornos en su memoria y tienen miedo de tener los primeros sรญntomas de Alzheimer. ¿Deben preocuparse? El neurรณlogo Facundo Manes comentรณ que “cada vez son mรกs los hombres y mujeres de 40, 50 aรฑos que llegan al consultorio convencidos de que tienen Alzheimer. En la enorme mayorรญa de los casos se trata de olvidos benignos productos del estrรฉs, pero no de un problema serio de memoria”.
Muchas de estas personas que se angustian han tenido abuelos o padres con la enfermedad, que es un tipo de demencia. “Si en la familia hubo algรบn caso el temor se profundiza. Es importante que hagan una consulta a un especialista pero sobre todo para tranquilizarse, ya que la preocupaciรณn extrema puede terminar afectรกndolos psรญquica y fรญsicamente”, dijo Manes. “Lo que hemos visto con los aรฑos, y hay estudios sobre esto, es que si la persona registra el olvido y la familia dice que exagera y no pasa nada, en realidad no hay de quรฉ preocuparse. Las seรฑales de alarma a las que hay que atender se dan cuando el individuo no se da cuenta de esos cambios en su personalidad pero sรญ lo advierten claramente sus convivientes”, comentรณ Manes. Hoy hay terapias con o sin fรกrmacos que pueden contribuir a retardar o paliar los efectos del Alzheimer.