Taller “Aprendiendo a vivir”: corazones solidarios
Hace 18 aรฑos comenzรณ a gestarse este sueรฑo. Se trata de un taller que elabora y comercializa pastas y pizzas a 11 localidades. Una fuente de trabajo y un motor de vida.
Esto ocurre en la ciudad de General Cabrera. Es el taller protegido "Aprendiendo a vivir" que contiene a 22 chicos que trabajan y aprenden un oficio. Este grupo comercializa 100 pre-pizzas y 100 paquetes de tallarines por mes bajo el nombre de la marca "caseritos". Lidia Ortiz, encargada de elaboraciรณn de pastas y Gabriela Castro, coordinadora del taller, son las que llevan a cabo este emprendimiento hace 18 aรฑos. "Empezamos con una mini huerta., vendรญamos verdura a lo vecinos. Trabajaban 7, 8 chicos…ahora ya somos 22 o mรกs", comenta Lidia.
Y agregรณ la importancia de este taller para ayudarlos a forjar un futuro. "El taller los ayuda a formarse, a poder ver mรกs allรก. Lo bueno es que recibimos ayuda municipal. Los chicos reciben subsidios por discapacidad de 150 pesos mensuales". Un sueรฑo que no fue El sueรฑo fue concretar la fรกbrica de pastas en el 2001. Pero con la crisis, esta ilusiรณn quedรณ trunca. "En el 2001 el dinero estaba depositado en el banco, pero lo agarrรณ el corralito. Estaba el 1 a 1. Perdimos mucha plata con la devaluaciรณn y solo nos alcanzรณ para una pequeรฑa reforma. Eran 500 mil pesos". El taller va por mรกs. Ahora luchan para conseguir un medio de transporte y un equipo de frรญo para vender las pastas a otras localidades.