Dr Roberto Canessa un sobreviviente de Los Andes en General Deheza



EN IMAGENES EL CLUB ACCION JUVENIL DONDE SE DESARROLO DICHA CONFERENCIA LA ENTRADA UN ALIMENTO NO PERECEDERO.
General Deheza.- "Se puede volver de la muerte, con la esperanza, sin resiganción y la lucha constante, todo se puede alcanzar, es cuestión de proponérselo", con esta frase el Dr. Roberto Canessa, uno de los sobrevivientes de la tragedia de Los Andes, cerró el diálogo antes de brindar una conferencia ante unas 1.000 personas que colmaron las instalaciones del club Acción Juvenil en esta localidad.
La conferencia de Canessa fué declarada de interés municipal por los municipios de General Deheza y General Cabrera y contó con un excelente marco de público, donde el disertante, relató durante dos horas su experiencia de vida y el por qué de una tragedia que lo marcó por el resto de sus días.
"Todo cambió tras la tragedia - opinó Canessa -, podés creer o no creer, pero desde entonces pensás que Dios es el único que te puede salvar, la enseñanza fué marcada a fuego, no podés volver atrás, vas a convivir toda tu vida restante con aquel episodio si tuviste la suerte de quedar con vida y ser uno de los sobrevivientes", agregó.
"Pasan los años y más podes convencerte que no sabés que puede ocurrir mañana - agregó -, pero si podés estar alerta para actuar en la vida de la mejor manera y poniendo el mejor esfuerzo, sin resignarte y sin quejarte, por que aún tenemos más de lo que necesitamos" opinó.
Cambio de planes
Al ocurrir la tragedia, Canessa tenía 19 años y cursaba el segundo año de la Facultad de Medicina en Uruguay, "esto me ayudo mucho, a mí y mis compañeros, en particular sobre cómo utilizar a pleno las proteínas que teníamos en nuestro cuerpo para poder soportar y sobrevivir tantos días" indicó Canessa. Por entonces ya estaba graduado del Stella Maris, era jugador de rugby del Old Christians, club del que luego llegó a ser presidente y estaba de novio con Laura Surraco, "mi esposa, que me dió luego tres hermosos hijos, Hilario, Roberto Martín y Laura Inés. Actualmente es médico cardiólogo y especializado en ecocardiología infantil y brinda conferencias en distintos países y ciudades donde cuenta su experiencia como sobreviviente de la tragedia de los Andes.
Canessa recuerda que fué "uno de los dieciséis uruguayos supervivientes de un accidente aéreo en los Andes y luego nos hicimos conocidos mundialmente por el libro «¡Viven!» (llevado después al cine), donde también pudimos demostrar con hechos nuestro agradecimiento al arriero chileno que nos encontró hace 37 años: Sergio Catalán, de 79 años", recuerda Canessa sin dejar de emocionarse.
"Permanentemente nos íbamos hundiendo - relata Canessa en el recuerdo a PUNTAL -, en esos lugares no hay camino, ni trilla, ni nada, cada desplazamiento es por un terreno inhóspito e imprevisible. Para nosotros avanzar era terriblemente difícil, no sabía si era que estaba físicamente cansado, o si era la montaña lo que hacia tan difícil avanzar. En un momento caminábamos 33 pasos y parábamos, porque eran 33 los orientales, pero pensábamos que igual eran 20 metros y como sabíamos que teníamos que cubrir más o menos 80 kilómetros que eran 100.000 pasos, entonces cada paso era "un paso". Y así íbamos avanzando hacia nuestro objetivo. Lo que te mantenía con fuerza era pensar en el día siguiente, "tal vez mañana" fue lo que nos mantuvo vívos 72 días, "tal vez mañana" saldremos de acá, "tal vez mañana" llegaremos a la cima, "tal vez mañana" era nuestro móvil" agrega.
Nueva visión de la vida
Canessa sostuvo que sobrevivir a la tragedia, le cambió para siempre mucho de sus valores y lo transmite en cada conferencia, "empezás a darte cuenta que sos un tonto, que tenés todo para ser feliz y que te vivís quejando, no te das cuenta de lo que tenés hasta que lo perdés. No tener en donde dormir, dormir arriba de la nieve, tenerte que comer a los muertos, cuando en tu casa tenés un plato de comida caliente, hasta el agua, teníamos que derretir nieve durante una hora para poderte tomar un vaso de agua".
"La mayoría de nosotros recibimos más de lo que necesitamos y damos menos de lo que podemos, eso sí, que lo aprendí en la montaña. Tener donde dormir, donde comer, bastante rico sos, en lugar de andar quejándote de que te falta esto, te falta lo otro. La verdad es que la fuerza está en uno mismo, evidentemente que en la montaña si nos sentábamos a esperar que nos fueran a encontrar nuestros padres, nos hubieran muerto todos" agrega mientras piensa y recuerda.
Finalmente, Canessa informa que "todos los 21 de diciembre nos volvemos a reunir los sobrevivientes de la tragedia para estar juntos recordando la posibilidad que nos dio Dios de seguir viviendo, también recordando a los amigos que ya no están. Hace poco nos reunimos para festejar el cumpleaños número 50 de Boby Francois. Es una hermandad donde nos peleamos y discutimos pero siempre manteniendo un vínculo de pertenencia, hermanados evidentemente por un experiencia terrible" agregó.