Published On:domingo, 4 de abril de 2010
Posted by marisa
El orìgen del tradicional conejo de Pascuas
¿Qué papel juegan, presentes en la iconografía del rito, usados en decoraciones pascuales y transformados en piezas de chocolates con entrañas de confites?
La Pascua celebra la resurrección de Jesucristo. Es más o menos conocida a partir de allí la prohibición de comer carne el Viernes Santo, por ejemplo. Pero, ¿qué papel juegan los conejos, presentes en la iconografía de la celebración, usados en decoraciones pascuales y transformados en piezas de chocolates con entrañas de confites? El conejo pascualtiene su origen en las culturas germanas y anglosajonas. Sus inicios se remontan a mucho antes de Cristo y están ligados al paganismo. Pero, sincretismo y mercado mediante, el animalito chocolatoso puede comerse el Domingo de Resurrección justo después de esos asados que parecen un estallido tras la abstinencia cárnica. Ahora, el conejo no siempre fue de chocolate. Antes de eso el conejo era sólo conejo. Con sus patas, sus orejas, dientes y rabo, por lo general, peludo y sin un sólo confite dentro. Aún así, el animalito era considerado por los habitantes del norte de Europa como un símbolo de fertilidad — por eso de “se reproducen como conejos”— que asociaban a la diosa fenicia Astarté. Y el mes de abril estaba dedicado a esa diosa y al festejo de la llegada de la primavera, de allí que se pusiera la atención en la fertilidad del conejo. Claro, la primavera comienza en el norte y aquí, al sur del Ecuador, los conejos son “importados”. De todos modos no faltan las historias que buscan darle algo más de carnadura a la relación conejo – pascua. Uno de esos relatos dice que en su sepulcro, Jesús estuvo encerrado con un conejo. El animal habría sido testigo de la resurrección, comunicó la buena noticia y festejó regalando huevos pintados.
Fuente:Minuto Uno