Una Familia llena de dolor e impotencia
Grave denuncia hacia distintas autoridades de salud y políticas por abandono de persona y falta de asistencia. Es la historia de la familia Molina de la localidad de Carnerillo que eligió nuestro medio para hacer público su dolor e impotencia ante la pérdida de su esposa.
“No quiero dinero y es la última vez que voy a hablar sobre el caso con los medios para que no le ocurra a nadie más” así se refirió el señor Molina al narrar la pesadilla que les toco vivir desde que a su mujer Virginia Gatica de 60 años de edad le diagnosticaron dos aneurismas en su cabeza y que por trámites burocráticos no llegó a operarse falleciendo antes de la cirugía tantas veces postergada.
A continuación la carta enviada a nuestra redacción y le invitamos a escuchar el audio de la nota en nuestro faceboock /Sensaciones en el Aire
Señor Director:
Cuando la vida depende de un simple papel.
Eso fue lo que sucedió con mi esposa y madre de mis tres hijos.
En los primeros meses del año 2011 a mi esposa le diagnostican una aneurisma en el cerebro en el Nuevo Hospital San Antonio de Padua.
Desde allí se comienza han realizar los trámites pertinentes para una pronta cirugía, esto conlleva a que en el mes de septiembre del mismo año ya se encontraba toda la documentación en el Área de Bienestar Social de Córdoba para su autorización, la cual por mera burocracia nunca se autorizó y se fue dilatando el día de la cirugía ya que aludían a la falta de insumos o también que eran demasiados costosos.
Desde allí en medio de la gran cantidad de estudios, los cuales eran practicados siempre con turnos que oscilaban entre los dos o tres meses, posteriores a la solicitud.
Entre idas y venidas desde nuestro pueblo hasta la ciudad, ya que no vivimos en Río Cuarto, se fue agravando aún más la situación, sumada a los paros, postergaciones de fechas de cirugía y a la vez se modificaban los sistemas por los cuales sería extirpada esa aneurisma.
Y así pasó, hasta que cansados de ir y venir se descubre por medio de una resonancia una nueva lesión del tipo anterior, lo que lleva que comenzáramos a pensar que estábamos en presencia de Abandono de persona, para lo cual solicitamos una pronta solución, la cual fue dada, derivándonos a la ciudad de Córdoba al hospital del mismo nombre, llegado el día viajamos con la esperanza que allí en un plazo de veinticuatro horas sería operada; pero no fue así.
Nos atendieron en un pasillo del tercer piso en la puerta de un consultorio y nos volvieron a Río Cuarto.
Así lo hicimos, nos dirigimos al Director del Hospital, Dr. Minardi el cual no tenía respuesta al caso y por tanta presión en nuestro discurso, nos dio fecha de intervención al día 31 de enero del corriente año.
Lamentablemente no pudimos llegar a esa fecha, mi esposa falleció el día 12 de enero en la mañana.
Quisiera saber porqué la burocracia y la falta de voluntad son muchas veces el estandarte de quienes creen tener el poder, realizando un sutil manoseo de la dignidad humana; porqué en dos años no se resolvió este caso, para hoy no tener que escribir estas líneas.
Nosotros como familia nos preguntamos donde quedó el trabajo y las ganas de vivir de Virginia, mi esposa, donde se llevaron la alegría de nuestro hogar.
Considero que ser digno es ser capaz de amar y de respetar al prójimo, entonces me queda decir que hoy nos encontramos inmerso en la vorágine de lo indigno donde la vida de alguien depende de una firma, la cual muchas veces llega tarde.
Los mecanismos de la democracia permiten hacer uso y goce de los derechos, en este caso no se respeto el derecho de la salud, asistencia, y por sobre todo el DERECHO A LA VIDA, como derecho humano de primera generación según las declaraciones universales y subsiguientes.
Cabe aclarar que siempre mi familia y mi esposa nos hemos dirigido con el respeto que el Hospital y su gente se merecen, pero no las autoridades, en este caso hablo de la parte administrativa de nuestro hospital, y digo Dr. Minardi (Director), Dr. Molina (Vicedirector), Oscar Gonzalez (Secretario de Salud de la Provincia), Ctdor. Juan Schiaretti (Gobernador de la Provincia de Córdoba).
A mi esposa no la mató el aneurisma, la mató el sistema, la burguesía política, la cual pregonan salud, educación, seguridad y no se cumple casi nada; y esto lo digo más allá del dolor del alma.
Hoy sufro de impotencia porque no se intento nada para salvar una vida; podría haber fallecido en la operación y me hubiera quedado el consuelo que se intentó algo, no tengo rencores solamente no quiero que esto le ocurra a nadie más.-
Eduardo Armando Molina
Damián Molina Germán Molina Luciano Molina