Published On:martes, 2 de agosto de 2011
Posted by marisa
Llevan a juicio al ex gerente de la Cooperativa Eléctrica de Cabrera
Cristian Angel Soria habría utilizado en forma indebida recursos de ese ente para beneficio propio. Una auditoría interna y otra ordenada por la Justicia sacaron a la luz las presuntas anomalías
Cristian Angel Soria estuvo a cargo de la gerencia de la Cooperativa Eléctrica de General Cabrera en el período 2003-2005.
Para los socios no son años sencillos de olvidar, pues en ese tramo la entidad registró un grave endeudamiento a espaldas del Consejo de Administración, lo que los habría obligado a “una ardua y complicada negociación con los acreedores para refinanciar el pasivo”, evocaron las personas que pusieron sobreaviso a la Justicia de estas presuntas anoma-lías.
Por esos desmanejos hoy Soria se encuentra acusado del delito de defraudación por administración fraudulenta y deberá afrontar un juicio oral y
público en los Tribunales riocuartenses.
La causa acaba de ser elevada a la Cámara Primera del Crimen por el fiscal Julio Rivero, quien en su acusación aseguró que entre los años 2003 y 2005, por pedido de los propios integrantes de la Cooperativa de provisión de electricidad y servicios de General Cabrera se practicó una auditoría contable que luego fue corroborada por una pericia ordenada por la fiscalía, donde se detectó una serie de maniobras cometidas por el gerente de la entidad, Cristian Soria, a cargo de la administración.
Señala Rivero que esas irregularidades contra la cooperativa tenían como fin “procurarse para sí un lucro o beneficio indebido”.
De la investigación surge que:
* En la planilla de caja del 30 de junio de 2004 se hizo una registración contable de una erogación de $27 mil destinados a la cancelación de deudas comerciales que no tenían ninguna documentación que las respalde.
* En la planilla de caja del día 1 de diciembre de 2004 se registró otra erogación de $4.150 bajo el concepto de pago de intereses y multas e impuestos previsionales. La orden de pago lleva el número de registro 1147 pero no está firmada ni tiene ninguna documentación respaldatoria.
* Por último, la acusación del fiscal afirma que en el período entre julio y octubre de 2004 se hizo figurar en la cooperativa un importe de $28.5Proxy-Connection: keep-alive Cache-Control: max-age=0 en el área de “compra-venta de equipos celulares”. Además, Rivero afirma que de las auditorías surgió una presunta compra de celulares por un valor de 22.993,67, pero nunca se pudieron encontrar esos aparatos.
Uno de los primeros en poner en conocimiento de la Justicia esta situación fue el presidente del Consejo de Administración de la cooperativa, José Enrique Cavigliaso, quien manifestó que en noviembre de 2004 ese consejo pidió una auditoría interna que se concretó en enero del año siguiente. Su resultado, aseguró, “comprueba fehacientemente la existencia de una serie de anomalías en la administración de la cooperativa que claramente podrían configurar un ilícito penal”.
Esa auditoría concluyó que “se registraron graves irregularidades constatadas en los movimientos que se registran en las planillas de caja”.
En el escrito con que se elevó esta causa a juicio consta que “en el período en que fue gerente Soria se registró un grave endeudamiento de la cooperativa que obligó a encarar una ardua y complicada negociación con los acreedores para poder refinanciar el pasivo”. Pasivo que habría sido generado por los desmanejos de Soria y que se habrían concretado a espaldas del Consejo de Administración.
Cuando el ex gerente fue citado a declarar durante la investigación judicial, se abstuvo de dar algún detalle.
En los próximos días, la Cámara Primera del Crimen, a cargo de la jueza Virginia Emma, dará a conocer la fecha en que comenzará el juicio que ventilará los detalles de esta cuestionada gestión.
Para los socios no son años sencillos de olvidar, pues en ese tramo la entidad registró un grave endeudamiento a espaldas del Consejo de Administración, lo que los habría obligado a “una ardua y complicada negociación con los acreedores para refinanciar el pasivo”, evocaron las personas que pusieron sobreaviso a la Justicia de estas presuntas anoma-lías.
Por esos desmanejos hoy Soria se encuentra acusado del delito de defraudación por administración fraudulenta y deberá afrontar un juicio oral y
público en los Tribunales riocuartenses.
La causa acaba de ser elevada a la Cámara Primera del Crimen por el fiscal Julio Rivero, quien en su acusación aseguró que entre los años 2003 y 2005, por pedido de los propios integrantes de la Cooperativa de provisión de electricidad y servicios de General Cabrera se practicó una auditoría contable que luego fue corroborada por una pericia ordenada por la fiscalía, donde se detectó una serie de maniobras cometidas por el gerente de la entidad, Cristian Soria, a cargo de la administración.
Señala Rivero que esas irregularidades contra la cooperativa tenían como fin “procurarse para sí un lucro o beneficio indebido”.
De la investigación surge que:
* En la planilla de caja del 30 de junio de 2004 se hizo una registración contable de una erogación de $27 mil destinados a la cancelación de deudas comerciales que no tenían ninguna documentación que las respalde.
* En la planilla de caja del día 1 de diciembre de 2004 se registró otra erogación de $4.150 bajo el concepto de pago de intereses y multas e impuestos previsionales. La orden de pago lleva el número de registro 1147 pero no está firmada ni tiene ninguna documentación respaldatoria.
* Por último, la acusación del fiscal afirma que en el período entre julio y octubre de 2004 se hizo figurar en la cooperativa un importe de $28.5Proxy-Connection: keep-alive Cache-Control: max-age=0 en el área de “compra-venta de equipos celulares”. Además, Rivero afirma que de las auditorías surgió una presunta compra de celulares por un valor de 22.993,67, pero nunca se pudieron encontrar esos aparatos.
Uno de los primeros en poner en conocimiento de la Justicia esta situación fue el presidente del Consejo de Administración de la cooperativa, José Enrique Cavigliaso, quien manifestó que en noviembre de 2004 ese consejo pidió una auditoría interna que se concretó en enero del año siguiente. Su resultado, aseguró, “comprueba fehacientemente la existencia de una serie de anomalías en la administración de la cooperativa que claramente podrían configurar un ilícito penal”.
Esa auditoría concluyó que “se registraron graves irregularidades constatadas en los movimientos que se registran en las planillas de caja”.
En el escrito con que se elevó esta causa a juicio consta que “en el período en que fue gerente Soria se registró un grave endeudamiento de la cooperativa que obligó a encarar una ardua y complicada negociación con los acreedores para poder refinanciar el pasivo”. Pasivo que habría sido generado por los desmanejos de Soria y que se habrían concretado a espaldas del Consejo de Administración.
Cuando el ex gerente fue citado a declarar durante la investigación judicial, se abstuvo de dar algún detalle.
En los próximos días, la Cámara Primera del Crimen, a cargo de la jueza Virginia Emma, dará a conocer la fecha en que comenzará el juicio que ventilará los detalles de esta cuestionada gestión.
Fuente:Puntal